Quedan sólo 48 horas para el maratón y ya estamos la mayoría de corredores comidos por los nervios previos a una gran competición.
Ahora nos entran todas las dudas del mundo, nos duelen músculos que no tenemos y empezamos a ver la cosa un poco "jodida".
Pero ahora es el momento de echar mano de todos los pensamientos positivos que nos vengan a la cabeza. Pensar que esas palizas que nos hemos metido entre pecho y espalda, esos sacrificios en la comida, las tiradas largas sólos, pasando calor, sufriendo con los cambios de ritmo y todo los entrenos que llevamos encima van a servir para mucho.
Preparar un maratón tiene su merito, pero correrlo y terminarlo con la satisfacción de haber cumplido lo previsto es la leche.
Espero que el lunes tenga buenas noticias y pueda contaros una buena carrera, y vuelvo a repetir lo que he dicho en varias ocasiones, no busco marca.
Sólo pido que el cuerpo y la cabeza me acompañén hasta el final, el trabajo esta hecho y bien.
Me presento en la salida del maratón con cerca de 900 kms en las piernas y todo este trabajo va a tener como resultado final el entrar en meta corriendo y si puedo y me dejan, de la mano de mi hija, eso es por lo que he estado entranando estos meses, eso para mí es gasolina pura.
Lo dicho el lunes nos hablamos y suerte para todos.
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